Nunca nos cansaremos de vencer los falsos mitos que giran en torno a la medicina estética ¡y tampoco cesaremos en nuestro empeño de que conozcáis los últimos avances en estos campos!
Seguro que ya le habéis perdido un poco el miedo a las agujas y que gracias a haber ampliado la información acerca de los diferentes tratamientos de medicina estética, os han entrado ganas de daros algún que otro caprichito pero puede que, a los más conservadores, os tire para atrás el hecho de emplear productos elaborados de forma artificial para haceros esos retoquitos -aunque ya sabéis que no es nocivo en absoluto-.
Os entendemos y como para gustos están los colores, nosotros no dejamos de ampliar nuestra paleta de pintor y ¡hoy os queremos presentar un nuevo tratamiento! Lipofilling vosotros, vosotros lipofilling o rejuvenecimiento facial con la propia grasa corporal -aunque ahora se decanta por hacerse conocer por su nombre inglés y abreviado porque suena más ‘cool’-. Y como si de una cita se tratara ¡vamos a conocer mejor a nuestro nuevo ‘match’!
Lipofilling: ese gran desconocido
El lipofilling pasa muchas veces desapercibido porque se camufla entre sus hermanos mayores eliminación de arrugas sin cirugía y Relleno Facial, pero esto no es ningún drama para él, porque sabe que ahora se va a convertir en vuestro tratamiento favorito.
Cuando por el paso del tiempo comienzan a aparecer irregularidades en el rostro, tales como depresiones y arrugas, el lipofilling se alza como la solución ideal y lo más importante ¡definitiva! ¡Ahora sí que queremos saber más sobre este tratamiento!
En qué consiste el lipofilling
La grasilla que se acumula en tus caderas, abdomen, flancos y cartucheras no es tan mala como parece, ¿sabes por qué? ¡Porque efectivamente, la puedes usar para rellenar las arrugas y depresiones de tu rostro! Parece increíble pero es verdad, nos vamos a tener que replantear nuestro odio a los michelines, aunque solo sea una pizquita.
Mediante una fina cánula especial que no daña el tejido adiposo, se extraen pequeñas cantidades de grasa. El proceso es muy similar al de la miniliposucción y normalmente la grasa se extrae de la zona del abdomen. Menos grasa y más juventud ¡que alguien nos pellizque para demostrar que esto no es un sueño!
Una vez que hemos extraído la grasa, esta se trata mediante un proceso especial que consiste en su centrifugado, mediante lo que se consigue separar las células vivas de las muertas. Una vez que tenemos localizadas las vivas, estas se inyectan en el rostro.
De nuevo mediante micro cánulas, conseguimos transferir la grasa de nuestro cuerpo de una zona en la que sobran a una zona en la que faltan y es que ya lo dice el saber popular : ¡siempre hay un roto para un descosido!
¿Cuánto dura el lipofilling?
El tiempo de intervención para realizar el lipofilling es menor a una hora y además no requiere hospitalización ni envuelve al paciente en un proceso de recuperación demasiado engorroso, de hecho se puede incorporar a su rutina habitual pasadas unas horas desde la operación.
Los resultados son permanentes ya que al tratarse de nuestra propia grasa, nuestro organismo no identificará el relleno como un elemento a absorber, sino como un añadido natural más del mismo.
Lo que sí que recomiendan los especialistas, es realizar un total de 2-3 sesiones hasta conseguir un volumen que satisfaga las expectativas de los pacientes, puesto que de la grasa total que se extrae por sesión, el porcentaje aprovechable varía entre un 30%-70% por ciento dependiendo de las propias características del paciente.
El paciente ideal de lipofilling
¡El paciente ideal para un lipofilling eres tú! Siempre y cuando tu rostro ya se vea surcado por arrugas o presente algún tipo de asimetría, no hay ningún problema para que personas de cualquier edad y sexo se realicen este tratamiento.
Sí que es cierto que hay que tener cuidado con las pérdidas o ganancias de peos, ya que el relleno se irá modificando conforme a las mismas, por ello se recomienda realizar en pacientes que ya tengan el rostro formado y no tengan que pasar por cambios hormonales demasiado bruscos.
Por otro lado, siempre y cuando los pacientes pasen por los exámenes médicos que se realizan previamente a cualquier tipo de intervención no hay ningún problema en que se sometan al lipofilling.
Ventajas del lipofilling frente a los rellenos faciales
Y ahora que sabes en qué consiste el tratamiento, seguramente estés nadando en un profundo mar de dudas. ¿Relleno o lipofilling? ¡Qué sabe nadie! La decisión sólo la puedes tomar tú asesorado por un especialista, pero nosotros te vamos a dar un par de motivos para decantarte por el lipofilling:
- A diferencia del Ácido Hialurónico aporta volumen de forma permanente. El efecto de los rellenos con AH se prolonga como mucho 9 meses, tras los que hay que realizar una sesión de recuerdo.
- No produce rechazos. Al ser nuestra propia grasa, no existe posibilidad alguna de rechazo por parte de nuestro organismo.
- Mejora la calidad de la piel y le otorga luminosidad y un aspecto más terso.
- Corrige arrugas e imperfecciones más profundas que el Ácido Hialurónico. El lipofilling puede modificar incluso asimetrías del rostro y se puede practicar en cualquier zona de la cara, a diferencia de los rellenos que se suele realizar exclusivamente en el tercio inferior.
¿Te lo hemos puesto más difícil? ¡Ouch! No era nuestra intención, pero al menos ahora podrás tener cuatro justificaciones en caso de que te decantes por el lipofilling. Lo que seguro que sí que hemos hecho, ha sido despertar en ti el gusanillo por este tratamiento y recordarte que ¡darse un capricho a uno mismo no está de más! Al fin y al cabo eres la única persona que va a permanecer a tu lado toda la vida así que…¡mímate!